Seguro que has oido hablar del Síndrome del Lunes Anticipado, ¿te suena? No descubriré nada nuevo si digo que la mayoría de las personas somos más felices los viernes 😊 que los domingos 😟 , y eso que casi todos trabajamos el viernes y descansamos el domingo. La razón es el curioso mecanismo de la mente humana que nos hace proyectar el futuro más próximo hasta el punto de que nos influye más incluso que el momento presente. Somos felices los viernes porque ya saboreamos el fin de semana, y los domingos la melancolía nos invade al pensar antes de tiempo en la llegada del lunes.
Este mecanismo mental, además de hacernos infelices, es totalmente absurdo ¿En serio cederías tu domingo a cambio de otro viernes si pudieras hacerlo? Claro que no. Ni siquiera quienes más disfrutan en su trabajo cambiarían un día de descanso con la familia por una jornada más en la oficina, y sin embargo permitimos a nuestra mente que piense así.
Vamos a la base del Síndrome del Lunes Anticipado
La psicología evolutiva atribuye este modo de pensar del homo sapiens a nuestro cerebro reptiliano, a la herencia de millones de años en los que hemos tenido que anticipar el futuro inmediato para prevenir los peligros del entorno. Afortunadamente, la mayoría ya no tenemos que preocuparnos por fieras emboscadas en el camino 🐯 (al menos no de forma literal), pero este mecanismo que nos ha servido para sobrevivir durante milenios ahora condiciona nuestra capacidad para ser felices. Sí, me refiero al Síndrome del Lunes Anticipado.
Reprograma tu cerebro
La buena noticia es que nuestro maravilloso cerebro también está capacitado para corregir este mecanismo mental. Ya que vamos a anticipar el futuro porque así es nuestra naturaleza, proyectemos entonces algo del lunes que esperamos que sea agradable. El reencuentro con algún compañero al que apreciamos o alguna actividad que nos agrade y que podemos programar los lunes después del trabajo puede ser ese momento: una visita al gimnasio, salir a correr, una película en familia o cualquier otra cosa que nos haga sentir bien 😊. El caso es tener ese refugio mental que nos permita disfrutar del domingo y, de paso, también del lunes.
Como decía el filósofo Epicuro sobre la muerte, no hay motivo para temerla porque mientras la temes no está, y cuando por fin llega sabes que ya no le tendrás miedo. Así que si no tiene sentido temerle a la muerte, de un simple lunes ya ni hablamos.
¡Feliz semana!